LEO

 

Daniel Marín Arcones


 

Se trata de una constelación zodiacal proveniente de Mesopotamia, aunque es posible que estemos ante una de las constelaciones más antiguas.

 

Leo (Cartes du Ciel)

 

Arato nos habla de ella junto con Cáncer y Géminis:

 

Debajo de su cabeza están los Gemelos, debajo de su parte central está el Cangrejo; bajo sus patas posteriores resplandece el León. Allí la ruta del Sol marca el punto más cálido del verano; y los labrantíos aparecen casi vacíos de espigas cuando el Sol se junta por vez primera con el León.

                                   Fenómenos, 146-150

 

Eratóstenes asimilaría esta constelación a un mito griego relacionado con un trabajo de Hércules:

 

Constituye una de las constelaciones más vistosas. Parece que Zeus la dispuso como uno de los signos del Zodiaco por ser rey de los cuadrúpedos. Dicen algunos que representa el primer trabajo de Heracles, como testimonio de su memoria. Buscando éste alcanzar fama, dicen que dio muerte a un león sin ayuda de arma alguna (única ocasión en la que actuó así, pues asfixió a la bestia con sólo sus brazos); así lo relata al menos el rodio Pisandro. A partir de entonces llevaba consigo la piel de fiera, en recuerdo de su gran hazaña. Lleva  tres estrellas en la cabeza, dos en el pescuezo, una sobre el pecho, tres en la pezuña, una en medio del vientre, dos bajo el pecho, otra muy refulgente sobre la garra de la derecha, otra brillante bajo el vientre y otra más abajo, una en la ingle, otra en la rodilla trasera y una más también brillante en el extremo de la pezuña. Suman en total diecinueve. Se divisan igualmente por encima de Leo siete estrellas de escaso brillo formando un triángulo por la parte de la cola; se las conoce con el nombre de Cabellera de Berenice la Bienhechora.

 

                                   Catasterismos

 

Eratóstenes menciona a la Cabellera de Berenice, que en la Antigüedad era considerada parte de Leo. El León de Nemea fue el primer trabajo de Hércules. Esta terrible bestia era hija de Orto y Equidna, y poseía una piel invulnerable a las armas, por lo que se había convertido en un problema gravísimo para los habitantes de la región. Hércules le rompió su clava (garrote) en la cabeza, pero no lo hirió. Posteriormente, el héroe tapó una de las entradas del cubil con una sandalia y se metió por la otra, agarrando y estrangulando al león. Después, al pasar por Nemea, Hércules cambió los juegos fúnebres que se realizaban de forma anual en honor de Ofeltes por los Juegos Nemeos.

 

    Esta constelación ya era conocida en Mesopotamia, de donde los griegos la tomaron. En las tablas Mul-Apin aparece como Ur-gu-la, en sumerio “el Gran León”. Posteriormente, en tiempos neobabilónicos sería Abu (“el León”). En muchos kudurrus anteriores, aparece de forma recurrente la figura de un león, simbolizando aparentemente esta constelación. El león era el dios totémico de Ishtar (Inanna para los sumerios), la diosa del amor y de la guerra, así como de otras diosas de la fecundidad del Oriente Medio, como la hitita Hepat, la neo-hitita Kababa o la Kybeles lidia, la cual sería conocida posteriormente como la Cibeles grecorromana. En restos arqueológicos encontrados en la región aparece el león hasta en aldeas neolíticas como Çatal Hüyük.

 

En este grabado hallado en Uruk corresponde al  periodo seliúcida (siglo II a.C.) donde podemos ver

al león (Ur-gu-la), sobre la serpiente (Mush) y Júpiter (Sagmegar), a la izquierda

 

    De todas formas, el león aparece en muchos cilindros sellos y kudurrus mesopotámicos sin una conexión clara con Ishtar, por lo que es posible que esta asociación fuese posterior. En efecto, hay muchos indicios que señalan que esta constelación podría remontarse como mínimo a varios milenios a.C.. El león es un símbolo solar por excelencia, a parte de serlo de la fecundidad, como ya hemos señalado, por ser un félido predominantemente diurno y, quizás, por los rugidos que profiere al amanecer y al anochecer, así como por su color. Esta conexión solar es muy importante, pues a este animal  se le asociaban los meses de verano. Esto no tendría mayor importancia si no fuese porque el sol alcanzaba el solsticio de verano en la constelación de Leo en el cuarto milenio a.C.. A esto hay que añadir que el león fue representado continuamente en Mesopotamia (incluso después de las invasiones de medos y persas) atacando a un toro. Si tenemos en cuenta que cuando Leo era la constelación del solsticio de verano, Tauro lo era del equinoccio de primavera, podemos ver claramente que estas escenas del león devorando al toro eran una alegoría del verano tomando el relevo de la primavera. En las tablas Mul-Apin aparece representando al dios Latarak, dios protector de las entradas, para lo cual se colocaban figurillas en templos y hogares. Aparecía representado mediante una figura humana vestida con una piel de león sosteniendo un látigo, o bien como un león.

 

  

Leo en Mesopotamia

 

Como vemos, estamos ante una constelación que se remonta a hace seis mil años como mínimo, aunque, una vez más, la falta de documentos escritos no nos permite ser tajantes al respecto.

 

 

Nombres de las estrellas:

 

 

α Leo (1.36m): Regulus, del latín, que significa “reyecito”. A su vez, este nombre proviene de Basillica Stella,  “Estrella del Rey”, del griego βασιλεύς, “rey”. Aparentemente la asociación regia de esta estrella es muy antigua, pues en las tablas Mul-Apin aparece como Sharru (“El Rey” en acadio), o Lugal (“rey” en sumerio). Tycho fue el primero en denominarla simplemente Basiliscus, aunque sería Copérnico quien la llamaría Regulus. Para los persas era Miyan, “La Estrella del Centro”. Otro nombre latino fue Cor Leonis, del árabe Al Kalb al Asad, “El Corazón del León”.

 

β Leo (2.14m): Denébola, del árabe Al Dhanab al Asad, “La Cola del León”. Otros nombres son Dafirah y Sherpa, del árabe Al Sarfah, “El Señor del Clima”. En los mapas de Bayer aparece como Denebalecid, en los de Schickard como Dhanbol-asadi, y en los de Riccioli Nebolellesed. En la Tablas Alfonsinas aparece como Denebalezeth.

 

γ Leo (1.98m): Algieba o Al Geiba, del árabe Al Jabbah o Juba, “La Melena del León”.

 

δ Leo (2.55m): Zozma, del griego ζωσμα, “El Cinturón”. Otro nombre, Duhr, proviene del árabe Al Thahr al Asad, “La Espalda del León”, el cual aparece en las tablas de Ulug Beg. También aparece como Zubra, de Al Zubrah, “La Melena”.

 

ε Leo (2.98m): Ras Elased Australis, del árabe Ar Ras al Asad Janubiyyah, “la estrella al sur de la cabeza del león”.

 

ζ Leo (3.44m): Aldhafera, aparentemente proviene de un nombre árabe para ε y μ.

 

θ Leo (3.34m): Chort, Chertan o Coxa. A veces se cita el nombre árabe medieval Al H’aratan, aunque parece que éste se destinaba a δ y θ juntas.

 

μ Leo : Ras Elased Borealis.

 

ο Leo : Subra, “la melena”.

 

 


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