CRÓNICA DEL OUTBURST DEL 17P/HOLMES
Días 23 y 24 de octubre de 2007

Juan Antonio Henríquez Santana
Obs. Atlante MPC J51
http://atlante.org.es

El 23 de octubre de 2007 era una tarde normal, con algunas nubes al comienzo de la misma, pero despejó. -Parece que la noche será buena, lástima que sea martes-, pensé. Hacía unas semanas que tenía montado mi telescopio sobre una plataforma con forma de trapecio y cuatro ruedas, que me permitía poner el equipo en estación en unos veinte minutos. El equipo está compuesto por una montura Losmandy G11+Gemini. Como tubo, un Vixen VC200L Visac (200/1800 f9), y la cámara, una ST-9 adquirida hacía unos meses. Tras la rutinaria puesta en estación, la calibración de la cámara y la comprobación del enfoque, hacia las diez de la noche comencé la sesión.

Tras un par de objetos no conseguidos (recuerdo el fracaso de esa gran noche), elegí el 50P/Arend. Ya lo había sacado un mes y medio antes (9 de septiembre). “Magnitud 17 y algo. ¡Asequible! Velocidad 0,84”/min, tiempo de disparo 164 segundos…” Tras encuadrar el campo, autoguiado, disparo, y a observar la RSR. “Sube bien. ¡Qué alegría!”

Tras terminar con el 50P, a por otro. La noche mejoraba por momentos. Eran las 23:30 horas aproximadamente (22:30 TU). El cometa C/2006 M1 (Linear) se encontraba bastante débil. Al lado estaba el 17P/Holmes. Ya lo había sacado en dos ocasiones anteriores. Gustavo Muler (J47) lo había sacado la víspera en magnitud diecisiete y medio, por tanto no era tan asequible. Pero bueno, era un objetivo mas y tenía que acostarme pronto.

“Vale, a por él.” Encuadre, autoguiando, velocidad 0,42”/min, tiempo de disparo 328 segundos. Tomé una primera foto de 180”. Rutinariamente la pasé por el Astrometrica y obtuve esta imagen:

“¡Qué mala suerte!” Creí que el cometa pasaba delante de una estrella. Estrella que estaba además saturada. Tenía dos opciones: elegir otro cometa o bien esperar a que pasase. Como me iba a acostar, decidí dejar el sistema disparando. A la cama, ya me levantaría dentro de unas horas. A la una y cuarenta minutos, antes de lo previsto, me levanté y medio dormido me fui al ordenador, miré la última foto y vi:

Me desperté de golpe. Abrí las imágenes obtenidas hasta el momento e hice el consabido blinking. “O he descubierto una estrella rapidísima o el 17P ha explotado. Tengo que ajustar tiempos: 80 segundos y satura, 40 segundos y satura, 20 segundos…OK.”

Necesitaba que alguien más comprobase lo que yo estaba viendo. No tenía duda de que las imágenes estaban bien tomadas y que el campo era correcto.

Fui bajando los tiempos hasta que con 30 segundos ya obtuve esta foto, donde se puede comprobar la no saturación y la primera medida fiable” de la magnitud:


Envié un correo a la lista. Gustavo Muler me respondió rápidamente. Ya por teléfono, no le quise decir mucho. Algo pasaba con el 17P y quería que otro observador le echase un vistazo. Cuando hubo encendido, sacó una foto de unos minutos. Le extrañó que le pidiese poco tiempo ya que, como mencioné antes, lo había sacado la noche anterior.

–Ya está, ¿qué debo ver?
–Dime qué ves.
–Pues veo… tres estrellas muy juntitas, otras tres estrellas muy parecidas, y bueno… una estrella brillante en el medio.
–¿Y el cometa?
–Pues no.
–Saca otra.
–Vale…ya está.
–¿Qué ves?
–Caramba, Juan Antonio, lo mismo que antes.
–Haz un blinking con Astrometrica- le dije.
Silencio…
–Gustavo, ¿sigues ahí?
–Sí. ¿Ese es el cometa?
–Creo que sí. Vamos, estoy seguro, pero necesitaba confirmación tuya.
–Pero, ¿qué magnitud tiene?
–Según mis cálculos, sobre la 9,5.

Los minutos que siguieron fueron de mucha excitación.

–Juan Antonio, ¿llamamos a Ramón (Naves)?
–Por supuesto, pero me da corte llamar tan tarde.
–Yo lo llamo…
–Vale, sigo con el cometa.
–Montse dice que está nublado,
–¡Que lo intente, que lo intente!

Al rato se abrieron un poco las nubes y pudo ver el outburst. ¡Otra confirmación!
El Dr. Mark Kidger también se puso en contacto y nos avisó de las circunstancias del descubrimiento del 17P en condiciones similares. Al confirmar los hechos envió el aviso al CBAT. Por aquel entonces José María Ruiz, Observatorio de Málaga J40, se había sumado al seguimiento. Le dije lo que pasaba y también sacó el 17P. Ya éramos cuatro los que lo habíamos visto. Fuimos enviando las medidas que teníamos al MPC para que también quedase constancia.

Estas tres notificaciones las envié también con sus medidas 10x10 a la lista. De estas últimas había que agrupar pocas, ya que si hacía muchas aumentaba el error. Hay que pensar que el cambio de magnitud era real (no había explotado, sino que seguía explotando) y de varias unidades, con lo que la desviación típica se disparaba.


Nótese como, por un lado, con RSR elevadísima el valor +/- era relativamente importante. “Claro, de una foto a otra hay cambio sensible de magnitud. Además la RSR va aumentando, aunque los tiempos de disparo sean cada vez más cortos, pensé.”

He realizado una animación de la primera mitad del evento. Es un video que está en esta dirección:

http://www.youtube.com/watch?v=ePyQW22nr8k


Decidí seguir el cometa todo lo que fue posible, sobre las 4 AM (3 TU) del 24 de octubre el cometa cruzaba el meridiano. Tuve que estar atento hasta entonces para cambiar la montura de lado (inconveniente de las monturas alemanas). Así lo hice. Por aquel entonces el tiempo de disparo, que no había hecho otra cosa que reducirse, estaba en unos ocho segundos. Dejé disparando ocho segundos con pausa de un minuto. También realice un video de la segunda parte. Con el cometa bajando al oeste:

http://www.youtube.com/watch?v=lXUJJO739Lg


Quizás en ésta última se observa mejor el aumento de brillo. A la llegada del alba pude recopilar el trabajo realizado: 229 tomas, 148 no saturadas, 81 saturadas o comprobaciones. Incluso con ocho segundos, el cometa estaba más saturado que cuando tiraba ciento ochenta segundos. Una ducha, y a trabajar. Desayunando, le dije a mi esposa:

–Isabel, verás, anoche pasó algo. No sé qué trascendencia tendrá, pero creo que es muy importante.
–Vale, me alegro…

La sucesión de acontecimientos fue increíble. Ya dando clase, me llegan correos y mensajes al móvil de Gustavo. En Estados Unidos, en magnitud 6. A las dos de la tarde en Japón lo veían a simple vista (2,8). Rápidamente la IAU saca la circular #8886. Sky&Telescope se hizo eco de la noticia y nos citaban. La sucesión de noticias por Internet me dejó asombrado por su velocidad.

Cito la referencia que hace la revista de la circular.


La curva de tendencia que mejor se adaptaba a las medidas tomadas era una polinómica de tercer grado, el valor de R2 =0,9827. Francamente espectacular. Tenía delante una curva de aumento de brillo desde la 9,6 hasta la 7,7. Prácticamente dos magnitudes completas en unas cinco horas: media magnitud por hora. Tengo medidas anteriores y posteriores, pero comenzaba la saturación y sólo son testigo de que el evento estaba ocurriendo.

La emoción que compartimos aquella noche pasaba factura: estaba agotado. Todos los compañeros de observación sabían lo que tenían que hacer. Habíamos dicho dónde mirar. Todos hacían planes sobre qué hacer. En el correo llegaban fotos de todas partes, y muchas felicitaciones. Gracias de nuevo.

Yo también sabía lo que debía hacer esa noche del 24 al 25. Saqué el C102 sobre la CG4 (mi primera montura). Y miré el 17P. Me senté a mirarlo a simple vista. Era algo entre los dos. Pero sentía que me faltaba algo. ¿Qué sería? ¡Claro, las tomas del 50P/Arend, que habían quedado eclipsadas por el 17P! Me levanté, las procesé y las envié al MPC y a las listas. Ahora sí podía descansar mirando el cometa. El único que hubo en el cielo durante algunas semanas.

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