El observatorio de Masquefa, debe su nombre a la población donde se ubica. Es privado y de caracter aficionado.

Después de un tiempo de pruebas, aprendizaje y búsqueda de objetivos, consigue en agosto de 2001 la obtención del código de observatorio nº 232  por parte del Minor Planet Center , organismo que depende de la Unión Astronómica Internacional  y se dedica al seguimiento de asteroides y cometas para determinar su órbita y acreditar nuevos descubrimientos.

A pesar de la elevada contaminación lumínica, que vá en aumento debido al incremento de la población y de las actividades económicas, se pueden realizar observaciones de calidad y de utilidad científica.
Es indudable que la aplicación de la ley de protección del cielo aprobada por la Generalitat de Catalunya servirá para mejorar las condiciones de observación. Recuerdo que no hace mucho se podía ver la "vía láctea" en las noches de verano, brindando a todo aquel que alzara la mirada al cielo uno de los espectáculos más maravillosos que pueda observar un ser humano.
Una política municipal razonable en cuanto a las nuevas instalaciones o en la remodelación de las viejas cuando sea necesario, sería muy aconsejable desde el punto de vista del ahorro económico, energético y por supuesto de la emisión de luz innecesaria hacia el cielo. Una reducción de la contaminación luminosa aumentaría el contraste del cielo en relación a los objetos débiles por lo que podrían ser captados algunos de los objetos que ahora resulta imposible.
Evitar la contaminación lumínica no supone dejar de iluminar, significa solamente hacerlo mejor, que la luz vaya donde se necesita, con una correcta iluminación todos salimos ganando.

Las observaciones desde Masquefa empiezan a adquirir importancia y fruto de ello es la aparición del nombre de Masquefa Observatory (es como está registrado), y por lo tanto de nuestra población en la práctica totalidad de las circulares de cometas que emite el Minor Planet Center.