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El eclipse de 1999


Se trata del eclipse total de Sol que tuvo lugar el 11 de agosto de 1999 y que fué visible desde el sur de Inglaterra hasta Turquía. Estuvimos en un pueblecito de Normandía en Francia: Saint-Pierre-en-Port situado en el centro de la banda de totalidad. Las fotos están hechas con nuestro telescopio newton Vixen 150 mm F5 con una cámara Zenith a foco primario y película convencional.



 Viaje al eclipse de 1999


DIA 11 DE AGOSTO:

Nos despertamos temprano. Me fui a echar un vistazo al mar desde la valla de la parcela. Cielo muy cubierto con algunos agujeros, o sea tiempo horrible. Menos mal que no llueve. Por ahora es lo que habían previsto los del tiempo.

Después de desayunar fuimos a dar un paseo por el acantilado. Galia recogió un ramo de espigas de trigo a los que el día anterior había echado el ojo. Ya había mucha gente en el mismo acantilado detrás de la cinta que habían puesto el día anterior. Muchos con cámaras de fotos, algunos ( unos 20 ) con telescopio, todos con gafas para el eclipse. Aquello parecía un poco una romería de gente que desde tierra adentro se dirigía al acantilado.

Visto el panorama, decidimos hacer las fotos desde el mismo sitio donde tenemos la tienda. Así es que desplacé el coche de tal forma que entre la tienda y la mesa formaban un cuadro más reservado para poner el telescopio sin que la gente pasara por encima. Teníamos vista al mar aunque no en primera fila, y de todas formas de irnos al acantilado siempre hay alguien que viene y se te pone delante.

Durante el montaje del telescopio pasaron por allí camino del acantilado los de Barcelona y los de Lugo también se fueron a ver el eclipse desde el acantilado.

Mientras, en el mar hay veleros y hasta una fragata del ejercito y de vez en cuando aviones y helicópteros que supongo de la televisión.

Y ahora a esperar. Todo listo, la cinta con los avisos del minutaje en el casete ..... Y MUY PERO QUE MUY POCOS CLAROS EN EL CIELO !!! En realidad son dos capas de nubes a diferentes alturas y desplazandose en direcciones distintas con lo cual los claros son realmente raros.

Prácticamente con el telescopio no podía encontrar el Sol. Nervios y cabreo. Cabreo contenido pues siempre queda tiempo para llorar, así que a esperar.

En la ventanilla del coche tenemos colgada la hojita con el horario del eclipse.

PRIMER CONTACTO, mejor dicho llega la hora del primer contacto y no se ve el sol. Maldita sea.

Al rato gran griterío desde el acantilado donde hay unos cuantos cientos de personas. Se empieza a ver la fase parcial. Con las gafas nosotros también la vemos pero con el telescopio no consigo pescar el Sol. Al rato ya lo tengo y a partir de ahora no lo suelto. Cada vez que hay un claro, nuevo griterío de contento del publico.

En otras dos ocasiones hemos visto el eclipse parcial, por lo que hasta aquí nada nuevo. Sin embargo cuando ya va quedando un pequeño cruasan de sol el espectáculo y los sentimientos son nuevos.

Es la primera vez que vemos el sol como si fuera una Luna de pocos días y además va disminuyendo a gran velocidad. Es raro, es extraño. Es bonito, emocionante. Quizás sea el sentimiento de sorpresa lo que domina. Lo insólito de la cosa.

A esto que me da la impresión de que la mesa se mueve, o bien de que me estoy mareando. Miro la tienda de al lado y .... extraordinario. Las famosas sombres volantes recorren la superficie de la tela como olas del mar. Exactamente son una sucesión de bandas de unos cuatro centímetros de ancho alternándose una banda clara con una oscura. Las bandas están todas inclinadas unos 45 grados respecto a la horizontal y se mueven en dirección opuesta al sol. Yo diría que se desplazan a unos 80 centímetros por segundo. Las medidas son evidentemente aproximadas. Para más exactitud habría que haberlo filmado. Esto fue acompañado de su salsa de exclamaciones 'mira mira ' , 'fíjate, las sombras volantes' etc. A partir de aquí la fiesta fue total. Primero tengo que decir que me olvidé por completo de si había o no nubes. De hecho ya no las hubo hasta después del fin de la fase total. En segundo lugar la noción del tiempo desapareció por completo. El fenómeno es tan nuevo, tan inusual, tan inesperado y SORPRENDENTE que se está como en otro mundo. También tenía una cierta ansiedad pues sabía que iba a durar poco y teníamos mucho que hacer.

En cuanto empezó la total pusimos en marcha el casete y a hacer fotos. En el telescopio se ve el disco negro del Sol (más bien de la luna), y alrededor la cromosfera rojo-naranja partida en trozos por unos puntos más claros. Es sencillamente bellísimo, y lo repetiré otra vez, sorprendente, no usual.

Bueno, el aviso del medio minuto lo oí perfectamente. El aviso del minuto NO LO OÏ en absoluto tan imbuido estaba en el asunto. El de minuto y medio si lo oí , así que hicimos unas fotos más y pusimos el filtro. En cuanto a oscuridad, seguramente debido a la gran cantidad de nubes, no se hizo de noche ni mucho menos. Sin embargo, las velocidades de la cámara de fotos no las podía leer y las pude hacer porque sé de memoria donde está cada una.

Tampoco vimos estrellas ni Venus. Alguien gritó que veía Venus pero en realidad eran las luces de un avión en el horizonte a lo lejos y además en un sitio que no tiene nada que ver con la posición de Venus.

Otra cosa que no vimos fue la sombra de la luna acercándose por el mar. No la vio nadie. Ni nosotros ni la gente que estaba por allí. Ni siquiera el radioaficionado que estaba subido en una silla encima de su coche para tener más horizonte.

Bueno, se acaba la total , luz difusa cada vez más fuerte y la sensación firme y absoluta de que esto no ha durado dos minutos y varios segundos. El tiempo ha volado, jamás dos minutos fueron tan cortos.

Nos abrazamos y saltamos de alegría.

Hicimos unas cuantas fotos de la fase parcial siguiente. Uno que estaba subido en el tejado de su mobil-home dijo que según la tele, en Alemania no se había visto nada. Desmonté la cámara y puse el ocular para ver las manchas del Sol al mismo tiempo que lo que iba quedando del eclipse. La gente empezaba a volver del acantilado.

Desmontamos el telescopio, nos sentamos y a calmarse. Mi estado de ánimo es super excitado y al mismo tiempo empieza la relajación lenta y larga como después de superar una prueba difícil a la que te has preparado mucho tiempo. Añado la satisfacción, la gran satisfacción de haberlo conseguido. La alegría de que a pesar de todo las nubes se han portado bien. Un poco más tarde realizas que la gente que estaba unos pocos kilómetros más arriba o más abajo no habrá visto nada o casi nada. Calculo que visto los pocos claros que había, sólo habrán visto el eclipse tan bien como nosotros un 10 por cien de los que estaban en la banda de totalidad. Nunca nos ha tocado la lotería pero esta vez sí que hemos sido elegidos por el dedo todopoderoso de la naturaleza. No importa que esto último parezca pomposo, realmente estabamos muy pero que muy contentos de nuestra gran suerte.

Personalmente tardé una hora y media en poder hacer algo más, como por ejemplo empezar a recoger. 

 

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Alfonso Pulido http://www.astrosurf.com/pulgar