La noche más larga

Crónica del Maratón Messier 2007

 

 

Tras dos años, en los que hemos tenido que aplazarlo por el mal tiempo, y después de que en la primera fecha elegida (sábado 17 de marzo) también se fastidiara, nos temíamos lo peor. La última fecha posible para este año era el sábado, 24 de marzo, con una luna creciente que podría molestar algo. Para colmo, la tarde no acaba de pintar bien: durante la mañana los cielos permanecieron completamente despejados, pero pasado el medio día empezaron a circular algunas nubes de siniestro aspecto, que nos hacía temer lo peor. Al final decidimos arriesgarnos a pesar de todo. El lugar elegido, y que no habíamos tenido oportunidad de probar astronómicamente hablando con anterioridad, era el Puerto de Navazo, en Alhama de Granada. A las 7 y media de la tarde ya teníamos montado el campo de observación y a la puesta de Sol las nubecillas de evolución no dejaban de juguetear con una Luna alta.

Empezamos

El primer objeto se nos resiste. Intentar localizar M74 en un cielo todavía azul, con el sol a escasos 15 grados bajo el horizonte, es tarea bastante complicada. Alcanzábamos a identificar algunas de las estrellas de referencia, comprobamos hasta la saciedad que el campo que mostraban los prismáticos de 70 de L. Flores se correspondía perfectamente con la zona donde se esconde esta fastidiosa galaxia (además, según The Sky, el cometa P2/Encke debería compartir campo con ella), pero allí no había nada. Y el tiempo pasaba. Conforme se oscurecía esta zona del cielo, y empezaban a encenderse estrellas por todos lados, estábamos cada vez más cerca del horizonte, y los siguientes objetos no iban a esperar demasiado. Tras más 20 minutos de búsqueda infructuosa decidimos darlo por perdido y pasar a los siguientes. M76 nos apareció sin grandes dificultades, así como las galaxias del Triángulo y de Andrómeda y los cúmulos abiertos de Casiopea. Algo después las 9 ya habíamos cubierto esta difícil etapa y fue entonces cuando empezó la fiesta.

 

Aspecto del horizonte oeste, Venus, M77 y M 74

Los aproximadamente 5 grados de los prismáticos deberían mostrar esta escena: M 74, justo en el centro, junto al cometa 2P/Encke, de magnitud 10. La estrella brillante es eta-piscium, de magnitud 3.6

Los objetos Messier de Perseo, Tauro, Géminis, Auriga, Can Mayor, Popa …, y sobre todo, las nebulosas de Orión, soberbias, entraban sin dificultades en el campo del Hyperion de 21 montado en Alfa2. Pero no todo iba a ser tan fácil. La Luna, a casi cuarenta grados sobre el horizonte, iluminaba como un faro, y su resplandor hizo imposible identificar M1, situado a menos de 7 grados de la ella. Otro objeto perdido, y van dos, pero creemos que no está tan mal.

Algo después de las 10 nos adentramos en los reinos de las galaxias: las de Leo, Osa Mayor, Canes Venatici y Coma Berenice las capturamos sin grandes dificultades. La excepción fue M102, en Draco, que tras más de media hora de intentarlo, la tuvimos que dar también por perdida.

 

 

Primer descanso, sobre las 0:30. Un rato en el coche, recuperando el calor perdido y relajando la espalda nos sentó estupendamente, incluso alguno llegó a dar una cabezadita. Pero rápida, todavía nos quedaba mucho por hacer, y el cúmulo de Virgo nos aguardaba.

Efectivamente, las galaxias de Virgo-Coma estaban allí, retándonos, como siempre. Una tras otra van entrando, y en un momento dado, nos sorprendemos al contar hasta seis galaxias en el mismo campo. Tendremos que repetir pronto e intentar identificarlas a todas ellas.

Tras recorrer un buen número de cúmulos globulares y abiertos, junto a un par nebulosas planetarias, de las zonas de Hydra, Serpiente, Hércules, Lyra, Cisne, Vulpécula, Sagitta, Ofiuco y Escorpión, decidimos hacer otro descanso, cerca de las 4 de la madrugada, de poco más de 45 minutos. Llevábamos ya 84 objetos de los 87 posibles, y el cansancio empezaba a hacer mella en nosotros.

Scutum, Sagitario, con sus 16 Messier, M15, en Pegaso y M2 de Acuario nos acercaron a la etapa final del recorrido.

 

La Luna se pone

 

Amanece

 

 

La temperatura estuvo todo el rato oscilando alrededor de los cero grados, alcanzando una mínima de -1,5º a eso de las cinco de la madrugada. La humedad, que nos respetó hasta después la mitad de la noche, pasó a ser directamente escarcha, haciendo que los últimos objetos se nos resistieran. Esto, junto al cansancio acumulado, esa extraña sensación de que los ojos ya casi no funcionan, y un horizonte este que empezaba a clarear, hizo imposible la captura de M72, 73 y M30.

Resultado final, bastante satisfactorio: 104 objetos de 110 posibles. Hemos batido nuestro record de 102, de 2004 en Ayna. Intentaremos volver a batirlo el próximo año.

Habíamos recogido antes de las 7, y a las 7 y media disfrutábamos de un merecidísimo desayuno en el HR El Cruce, de Moraleda de Zafayona.

 

Volver a la página principal de Via-Láctea