PEGASO

 

Daniel Marín Arcones


 

Esta constelación forma un asterismo fácilmente reconocible en el cielo como un cuadrilátero, el llamado "cuadrado de Pegaso", del cual "comparte" una estrella, Sirrah, con Andrómeda. Probablemente esta sea la causa de que en la actualidad muchos autores asocien esta constelación con las del mito de Andrómeda, cuando en realidad no tiene ninguna relación.

 

Pegaso (Cartes du Ciel)

 

Esta constelación aparece efectivamente por primera vez con Arato, pero el poeta cilicio la llama simplemente "el Caballo" (o ίππος), sin asociarla con ningún nombre concreto, aunque sí describe la figura de la constelación como un caballo al que le faltan los cuartos traseros que limita con la cabeza de Andrómeda:

Mas luego, con el bajo vientre sobre la cabeza de Andrómeda se extiende el enorme Caballo; una estrella común resplandece sobre el ombligo de éste y en el extremo de la cabeza de aquélla [Andrómeda]. Otras tres, sobre los flancos y los hombros del Caballo, marcan distancias iguales; son hermosas y grandes. La cabeza en modo alguno es semejante, ni el cuello, aunque es largo; sin embargo la estrella situada en la punta de su quijada refulgente también podría rivalizar con las cuatro primeras, que lo circunscriben al ser muy visibles. Pero no tiene sus cuatro patas, pues el sagrado Caballo gira truncado por la mitad al nivel del ombligo. Dicen que éste hizo bajar desde lo alto del Helicón la hermosa agua de la fertilizadora Hipocrene [Fuente del Caballo]. Pues la cumbre del Helicón aún no destilaba por una fuente; pero el Caballo la golpeó, y de allí brotó agua en abundancia como consecuencia del golpe de su pezuña delantera. Los pastores fueron los primeros que dieron el nombre de Hipocrene a esta agua potable. Y ésta gotea siempre de la roca, y no la verás lejos de los tespieos [habitantes de Tespias, Beocia]; no obstante, el Caballo rueda en la morada de Zeus, donde se le puede contemplar.

            Fenómenos

 

 Sería Eratóstenes el primero que relacionaría esta constelación con el famoso caballo alado:

 

De su figura se reconoce sólo la parte delantera hasta la zona del ombligo. Cuenta el mitógrafo Arato que era un caballo que pastaba en el monte Helicón y que con un golpe de su casco hizo brotar una fuente que pasó a llamarse Fuente del Caballo [Hipocrene]. Otros autores en cambio sostienen que se trata de Pegaso, que había ascendido al cielo tras la caída de Belerofonte, su jinete, cosa que merece poco crédito para otros, porque el caballo no tiene alas. Por su parte Eurípides cuenta en su obra Melanipa que se trata de la Yegua, una hija del centauro Quirón, que seducida con engaño por Eolo y al ver aumentar el volumen de su vientre huyó al monte, donde permaneció hasta que le alcanzaron los dolores del parto. Su padre se puso a buscarla y a punto de ser descubierta pidió ser metamorfoseada para que no la reconocieran, y así quedó convertida en yegua. Luego, como recompensa por el común sentimiento de piedad de hija y padre hacia ella, Ártemis la subió al cielo y la ubicó en una zona donde el Centauro (su padre Quirón) no puede verla. Los cuartos visibles de la constelación no son visibles, a fin de que no se vea que es hembra. Lleva dos estrellas tenues sobre el hocico, una brillante en la cabeza, otra sobre la quijada, una sin brillo en cada oreja, cuatro en la cerviz (de ellas la de mayor brillo es la que se encuentra más cerca a la cabeza), una en el hombro, otra en el pecho, una en el lomo otra de mucho brillo al final de la zona del ombligo, dos en las rodillas delanteras y una en cada pezuña. Suman un total de dieciocho.

            Catasterismos

 

Llama la atención en el relato de Eratóstenes la inusual indeterminación del mito asociado, decantándose de hecho por vincular la constelación con la Yegua, hija del Centauro, frente al mito de Pegaso, el cual menciona de pasada, afirmando además con rotundidad que la figura no representa a un caballo con alas. De hecho, los árabes conocerían a esta constelación simplemente como al-Faras, el Caballo. ¿Por qué entonces llamamos en la actualidad a esta constelación Pegaso?. Hasta hace unos años, se pensaba que la respuesta había que buscarla en el Renacimiento europeo, cuando los autores de los primeros atlas celestes se decantaron por representar a esta constelación como un caballo alado, probablemente animados por simples criterios estéticos y por la relación con la vecina constelación de Andrómeda, a su vez relacionada con Perseo. En efecto, según la tradición más popular, Pegaso (Πήγασος) nació de la sangre de la gorgona Medusa cuando ésta fue decapitada por Perseo, detallando otras fuentes que era hijo de Poseidón y de la propia Medusa y que nació junto con su hermano Crisaor del cuello de ésta al matarla Perseo.

 

Representación actual de Pegaso

 

Sin duda esta relación con Perseo ha ocasionado que se vincule a Pegaso con el mito de Andrómeda, pudiendo leer en muchas obras actuales que se trataba del caballo a lomos del cual Perseo rescató a Andrómeda. Sin embargo, esto es falso, pues en las fuentes clásicas, Perseo la rescata usando las sandalias aladas del dios Hermes. Una vez más es posible que esta versión se deba al confundir la figura de Perseo y su lucha con Medusa con la del otro gran héroe griego, Belerofonte, quien a lomos de Pegaso mató al monstruo Quimera.

 

Sin embargo, hoy en día sabemos que en el Atlas de Farnese, la constelación es representada como un caballo alado, pero no así en los otros dos globos celestes de la Antigüedad que nos han llegado intactos, el llamado Globo de Mainz y el de Kugel. Esto puede significar la existencia de dos tradiciones paralelas desde tiempos remotos, siendo desconocida para nosotros la que aparece en el Atlas de Farnese y que se acabaría imponiendo tras el Renacimiento, quizás por influencia de esta misma obra.

 

En Mesopotamia, el llamativo asterismo que forma esta constelación era llamado Iku, "el Campo".

 

Pegaso en Mesopotamia

 

En el siglo XX, al delimitar las constelaciones, la IAU asignó la estrella Sirrah a la constelación de Andrómeda.

 

Nombres de las estrellas:

 

 

α Peg (2.49m): Markab o Marchab, de Mankib al-Faras, "el hombro del Caballo".

 

β Peg (2.42m): Scheat o Sheat, de as-Saq, "la pierna", haciendo referencia a la pierna delantera del caballo.

 

γ Peg (2.83m): Algenib, de al-Janb, "el costado".

 

ε Peg (2.39m): Enif, Enf o Al Anf, de al-Anf, "la nariz".

 

ζ Peg (3.40m): Homam o Humam, de Sa'd al-humam, "la estrella afortunada del sabio".

 

η Peg (2.94m): Matar, de Sa'd al-Matar. "la estrella afortunada de la lluvia".

 

θ Peg (3.53m): Baham o Biham, de al-Biham, "el ganado".

 

 


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